Entrevista a Rafael Palacios
Rafael A. Palacios García es Máster Universitario en Género y Diversidad por la Universidad de Uviéu/Oviedo y Diplomado Universitario en Ciencias Empresariales por la Universidad de Lleón/León. Fue Director General de la Axencia Asturiana de Cooperación al Desarrollu del Gobierno de Asturies. Es coautor del libro Voces y saberes feministas: Hacia una agenda de cooperación emancipadora (Hegoa, 2013)
Rafael Palacios
¿Cuál ha sido la colaboración desde la Agencia Asturiana de CID con el master, qué destacarías?
La implicación desde el primer momento de la Axencia Asturiana de Cooperación al Desarrollu, tanto en el apoyo a la creación del Máster como en su financiación a lo largo de sus ediciones. Por otra parte, siempre se establecieron lazos de comunicación directa que permitieron resolver dudas, acompañar propuestas y participar en las actividades.
¿Cómo valoras esta experiencia formativa y qué puede haber aportado a las ONGD asturianas?
Mi valoración es positiva y crítica. Creo que estábamos en el momento adecuado para plantear una evolución en los contenidos y en la orientación del Máster. Después de un interesante proceso de formación en la gestión de las organizaciones, era el momento de avanzar hacia otros ámbitos.
Siguiendo de algún modo la metodología DAFO y en el contexto de crisis actual, quisiéramos que brevemente nos respondieras según tu criterio las siguientes cuestiones:
Debilidades de las ONG de CID
Formación, fondos propios, dependencia institucional, “subvencionitis”, microproyectos, visión a corto plazo, asistencialismo, dificultad para poner en marcha proyectos realmente transformadores, falta de visión estratégica, poca colaboración entre las organizaciones, falta de interiorización de los discursos, gran distancia entre teoría y práctica, voluntarismo, evaluación y metodología, etc.
Amenazas para las ONG de CID
Las instituciones y los gobiernos están vendiendo o regalando la llamada “cooperación para el desarrollo” a las empresas y a las corporaciones. Si antes se podía discutir, ahora ya es una evidencia. Las Agencias de Cooperación y las ONGD como “oficinas comerciales”, “embajadores de negocios” y “cara amable” del colonialismo, el capitalismo, el patriarcado y la explotación. Acabar haciendo el “trabajo sucio” y convertirse en “la avanzadilla” de las empresas y corporaciones. La cooperación al desarrollo como cuestión meramente técnica y de gestión.
Fortalezas de las ONG de CID.
Las ONGD independientes, democráticas y transformadoras tienen la capacidad de plantar cara al sistema, movilizarse, organizarse estratégicamente y plantear alternativas.
Oportunidades para las ONG de CID.
La drástica y brutal reducción de los fondos para cooperación, justificada en la “crisis” impuesta, es una buena oportunidad para reflexionar, abrir el debate y cuestionar el modelo de cooperación y desarrollo actual. Es un buen momento para impulsar un modelo de cooperación al desarrollo emancipador y realmente transformador que sitúe en el centro de su acción a las personas y a la vida. Plantear una cooperación que vaya más allá de los proyectos, con visión global, que fortalezca la capacidad crítica, la denuncia y la incidencia política. Rechazar la cooperación al desarrollo como una cuestión técnica y reivindicar su carácter de instrumento político y transformador. Recuperar el internacionalismo solidario y la militancia. Crear alianzas, redes y redes de redes. Fortalecer la movilización y la acción unitaria. Reflexionar sobre la necesidad de una nueva metodología de evaluación.
¿Cuál puede o debe ser el papel de la Universidad respecto a la CID y las ONG que trabajan en estos ámbitos?
Si se entiende la Universidad como “agente de cooperación”, aplíquese todo lo anterior.
¿Qué destacarías de los impactos de la crisis en las políticas de CID y los cambios que están conociendo?
A las anteriores respuestas me remito.