Entrevista a Luis Ignacio Álvarez González
DIRECTOR

Luis Ignacio Álvarez González, director

Luis Ignacio Álvarez González es Profesor Titular de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad de Oviedo. Desempeñó las tareas de co-director del Máster durante sus primeras ocho ediciones. Es autor de distintas publicaciones e investigaciones centradas en gestión de organizaciones no lucrativas (ONL).

¿Cómo surge la iniciativa del master y qué objetivos se plantea?

El origen del máster se encuentra en un trabajo de investigación aplicada titulado “Estudio del Tercer Sistema de la Comarca de Avilés” en el que participaron activamente los tres directores iniciales del Máster: Luis Ignacio Álvarez, Jorge Coque Martínez y Juan Vilanova Ramos. En dicho trabajo, se ponían de manifiesto las debilidades formativas específicas de los responsables de ONL de la Comarca de Avilés respecto a las distintas herramientas de gestión propias de este tipo de entidades. Por ejemplo, en planificación estratégica, marketing, recursos humanos, gestión económico-financiera o desarrollos normativos.

Como consecuencia, durante el Curso Académico 2002-2003 se llevó a cabo un Curso de Experto Universitario en Gestión de Entidades del Tercer Sistema. Se articuló a través de una colaboración entre la Universidad de Oviedo, el Ayuntamiento de Avilés, y la Consejería de Asuntos Sociales. En cierto modo, fue más que un curso, puesto que supuso la generación de un nuevo ámbito de entendimiento, un “territorio inteligente” entre la Administración del Principado, la Administración Local de Avilés, la Universidad de Oviedo y las Asociaciones y ONG que participaron aportando alumnos/as y proyectos.
El éxito de la anterior iniciativa trajo consigo el arranque en el Curso Académico 2004-2005 del Máster en Gestión de Organizaciones de Cooperación al Desarrollo e Intervención Social de la Universidad de Oviedo, patrocinado ya por la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo (AACD). En concreto, surgió con los siguientes objetivos:

• Transmitir y poner en práctica herramientas para el diseño, ejecución y evaluación de proyectos de Cooperación para el Desarrollo e Intervención Social a un alumnado con creciente interés en esta materia.
• Dotar al alumnado de una sólida formación práctica con base teórica para la gestión de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo.
• Establecer una iniciativa pionera en Asturias consistente en la oferta de una formación de post-grado de alto nivel prestigiosa en España y en el extranjero.

¿Cómo ha evolucionado esta experiencia formativa y qué cambios se han producido en estos nueve años?

Si algo ha caracterizado al Máster a lo largo de su existencia ha sido su dinamismo y proactividad a la hora de modificar e incorporar nuevas prestaciones en el desempeño formativo a partir de las opiniones relevantes de todos los grupos de interés involucrados en esta iniciativa. En primer lugar, de sus propios egresados. En segundo lugar, de sus promotores; básicamente la AACD. En tercer lugar, de las propias ONG de cooperación al desarrollo o de intervención social, de modo individual o de modo conjunto a través de la Coordinadora de ONGD del Principado de Asturias (CODOPA). A modo de ejemplo, cabe citar las siguientes cuestiones de cambio:

• Realización de prácticas remuneradas en organizaciones vinculadas con la temática en estudio.
• Actualización constante de programa, competencias y materias docentes.
• Dinamización del claustro de profesores, académicos y profesionales.
• Desarrollo de trabajos de investigación específicos en materias afines a la temática en estudio.
• Evaluación crítica de organizaciones de cooperación al desarrollo o de intervención social.
• Organización y/o apoyo de actividades de sensibilización y/o incidencia política en el ámbito social.
• Adicción incremental de nuevos miembros al equipo de dirección del máster.
• Fomento de relaciones con los distintos agentes del ámbito en estudio.

¿Cuál puede ser un balance global del master y qué destacarías del mismo?

El balance global del máster es sin duda muy positivo. Fundamento esta opinión, en primer lugar, en los siguientes indicadores principales:

• Tasa de éxito de alumnos egresados del 99%.
• Tasa de inserción laboral (temporal o definitiva) de 2/3 de los egresados.
• Tasa de satisfacción de los egresados con el máster del 95%.

Adicionalmente, el balance positivo del máster se fundamenta en otros indicadores objetivos como los siguientes:

• Evaluación crítica de una treintena de organizaciones de cooperación al desarrollo o de intervención social.
• Realización de dos proyectos de investigación aplicados sobre el enfoque de género y la gestión de las herramientas de comunicación en el ámbito de la cooperación al desarrollo.
• Participación, directa o indirecta, en una multiplicidad de actividades de sensibilización y/o incidencia política en el ámbito social.

Por último, aunque de modo ya más subjetivo, creo que el balance positivo del máster radica, desde mi punto de vista, en percepciones como las siguientes:

• Estimulo del trabajo en red entre muchos de los participantes en el máster.
• Introducción, crítica en muchas ocasiones, de estrategias y herramientas de gestión propias del campo de la empresa al ámbito de las ONL.
• Reflexión, también crítica, del estado de estas organizaciones y de sus futuras líneas de actuación.

Siguiendo de algún modo la metodología DAFO y en el contexto de crisis actual, quisiéremos que brevemente nos respondieras según tu criterio las siguientes cuestiones:

Debilidades de las ONG de CID e IS.
Amenazas para las ONG de CID e IS.
Fortalezas de las ONG de CID e IS.
Oportunidades para las ONG de CID e IS.

Lo lamento, pero no me siento legitimado para realizar un análisis DAFO de las ONG de CID e IS. Creo, sinceramente, que una iniciativa de este calado debería ser promovida por los órganos administrativos competentes en este contexto (en el ámbito regional, la Consejería de Bienestar Social y Vivienda del Principado de Asturias o, de modo más específico, la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo), dado que continúan siendo los principal “sustentos” y “ejes de articulación” de este sector, o bien por las propias organizaciones a través de sus entes de coordinación (véase, la CODOPA), dada la trascendencia que para su futuro debería tener un análisis de este tipo.

¿Cuál puede o debe ser el papel de la Universidad respecto a la CID e IS y las ONG que trabajan en estos ámbitos?

El papel de la Universidad en estos ámbitos debe ser, en mi opinión, sumamente activo, en función del compromiso socialmente responsable que debe caracterizar a una institución de este tipo (lo que en el ámbito de la empresa se conoce como estrategia de Responsabilidad Social Corporativa o RSC) y que debe verse formalizarse, al estilo de lo hecho recientemente por la Fundación Universidad de Oviedo, en el correspondiente código de buenas prácticas o buen gobierno.

De modo específico, el compromiso de la Universidad con los ámbitos de la cooperación internacional al desarrollo y/o la intervención social debe concretarse en una doble vertiente. Desde el punto de vista académico, fomentando:

• Títulos propios, como el presente, específicos y especializados para la cualificación de los profesionales del sector.
• Máster oficial para que dé continuidad a la formación de grado en distintos ámbitos de las ciencias sociales. Fundamentalmente, a los egresados del grado de Trabajo Social.
• Cursos de extensión universitaria (principalmente, cursos de verano) y seminarios de grado de carácter sensibilizador del alumnado.
• Otras iniciativas, por ejemplo realización de prácticas externas sobre el terreno o trabajos fin de grado, relacionadas con este ámbito de trabajo.

Y por supuesto, desde el punto de vista de divulgativo, sensibilizando a su alumnado y a su personal sobre la necesidad de comprometerse en causas justas que favorezcan el desarrollo de la sociedad en su conjunto sobre principios de respecto de los derechos básicos de la condición humana.

¿Sentido o vigencia de esta experiencia formativa, y de otras propuestas?

En mi opinión, una actividad formativa como la desarrollada durante estos años por el Máster es más necesaria que nunca. Eso sí, con los correspondientes cambios que la permitan adaptarse a la nueva realidad. Desde mi punto de vista, debería:

• Surgir, como continúa constatándose, por demanda de la sociedad civil (organizaciones y/o particulares) en su conjunto.
• Ser más independiente de la administración pública e, inversamente, más cercano a aquella parte de la sociedad civil que desde lo privado están dispuestos a promover y apoyar decididamente, desde el compromiso y la confianza, una iniciativa de este tipo.
• Contar con un apoyo sin reservas de la Universidad, que debe ver esta formación de postgrado como un activo para su oferta de titulaciones, y no como un competidor de alguna otra de dicho catálogo, a la hora de satisfacer las necesidades del contexto socio-económico en el que se ubica.
• Involucrar definitivamente a las organizaciones sin ánimo de lucro en el diseño de la oferta formativa, superando las tradicionales reticencias hacia una formación de este tipo fundamentada en la necesidad de que la gestión de estas entidades se base en principios de eficiencia y eficacia organizativa.
• Actualizar los contenidos docentes en función de las actuales y futuras tendencias del sector, en el contexto de la presente y duradera época de profunda crisis y recesión en la que nos encontramos.
• Tener aplicación práctica sobre el terreno, en un momento en que las políticas de solidaridad deben ser necesariamente redefinidas antes las grandes y profundas carencias de muchos de los países que, como el nuestro, se consideraban desarrollados, y el carácter emergente, con tasas de crecimiento muy significativas, de muchos de aquellos otros que denominábamos “países del tercer mundo”.