3.2 Las cuatro libertades
Las piedras angulares del mercado único son la libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales, cuyo conjunto se denomina colectivamente las cuatro libertades, consagradas en el Tratado de la UE.
Los ciudadanos europeos tienen derecho a:
- Buscar empleo en otro país de la UE;
- Trabajar en otro país sin necesidad de permiso de trabajo;
- Residir en otro país para buscar trabajo;
- Permanecer en dicho país al terminar su relación laboral;
- Recibir el mismo trato que los ciudadanos/as de ese país en lo que respecta al acceso al empleo, las condiciones de trabajo y las ventajas sociales y fiscales.
Los ciudadanos y las ciudadanas de la UE también pueden transferir determinadas prestaciones de salud y seguridad social al país al que se hayan desplazado para buscar trabajo, así como obtener el reconocimiento de sus cualificaciones profesionales en otros países.
Sin embargo, estos derechos pueden diferir un tanto en el caso de los trabajadores por cuenta propia, los estudiantes, los pensionistas u otras personas económicamente no activas.
Además, existen limitaciones por motivos de seguridad pública, orden público, salud pública y empleo en el sector público. En términos generales, la legislación de la UE sobre libre circulación de trabajadores también se aplica a Islandia, Liechtenstein y Noruega (que forman parte del Espacio Económico Europeo), así como a Suiza.[1]
La libre circulación de bienes, servicios, capitales y trabajadores debe ir de la mano de una normativa laboral que garantice que países y empresas compitan lealmente, a través de la calidad de sus productos y no reduciendo la de su legislación laboral.
[1] Tomado de: Comprender las políticas de la Unión Europea Empleo y asuntos sociales © Unión Europea, 2014. Para leer y descargar los títulos disponibles: http://europa.eu/pol/index_es.htm http://europa.eu/!rU43bh